Los tofos gotosos son depósitos de cristales de ácido úrico que se acumulan en las articulaciones y tejidos blandos de personas con gota crónica. Estos tofos pueden formarse en diferentes partes del cuerpo, como los dedos, codos, rodillas, orejas y en el borde del helix de la oreja.
Los tofos gotosos suelen desarrollarse después de varios años de acumulación de ácido úrico en el cuerpo, cuando los niveles de esta sustancia están crónicamente elevados. Estos depósitos pueden causar dolor, inflamación, deformidades articulares y daño a los tejidos circundantes si no se tratan adecuadamente.
El tratamiento de los tofos gotosos incluye la reducción de los niveles de ácido úrico a través de cambios en la dieta, la pérdida de peso, la reducción del consumo de alcohol y la prescripción de medicamentos como los inhibidores de la xantina oxidasa o los uricosuricos. En algunos casos, puede ser necesario drenar o extirpar quirúrgicamente los tofos para aliviar el dolor y mejorar la función de la articulación afectada.
Es importante que las personas con gota crónica se sometan a un seguimiento médico regular y sigan las recomendaciones de su médico para prevenir la formación de tofos y evitar complicaciones a largo plazo.
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